A menudo pienso en la forma en la que criamos a los animales en las granjas industriales. Acinados, sin la oportunidad de ver la luz del sol, ni sentir la lluvia o la brisa. Me angustia pensar que su objetivo es la muerte, negándoles hasta el más mínimo signo de dignidad y naturalidad en su mísera existencia. Veo al ser humano como a la especie opresora que protagoniza la pesadilla más angustiosa que se puede imaginar y esta es real, no fruto de un guión. Trata de ponerte en las piel de un animal y piensa que sentirías desde la razón al ver como se comen a los de tu especie, como te sentirías preso, acinado, manipulado sin contemplaciones… No hay película tan cruda como la misma realidad.
Cada día creo que me estoy volviendo más vegetariano.