Hoy me siento un hombre afortunado, porque el «Servicio Técnico» de la compañía con la que tengo contratada la línea ADSL, en un alarde de «Profesionalidad» y «Buen hacer», ha dado por solventada la incidencia creada ante mi demanda por recibir únicamente el 20% de la velocidad contratada.
Y se preguntarán porqué digo «Afortunado»:
Por suerte y para tranquilidad de todos, estos genios de las telecomunicaciones no decidieron dedicarse a la medicina.
¡Benditos sean!